Charlas sobre Estrategias de Manipulacion.
He pedido el texto completo que el Abogado José Maria García ha presentado hace unos dias en Agua de Mayo.
Espero que les sirva a muchos. Espero en breve que podamos contar con su presencia en otros eventos similares.
ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA
Qué es la manipulación
Se entiende por manipulación un ejercicio velado, sinuoso y abusivo del poder. Se
presenta en cualquier relación social o campo de la actividad humana, donde la parte
dominante se impone a otras en virtud de que éstas carecen de control, conciencia y
conocimiento sobre las condiciones de la situación en que se encuentran. Aunque la
imposición de cualquier curso de acción tiene siempre consecuencias reales, lo cierto
es que, dentro del campo de la interacción social manipulada, no hay manera de que
las partes afectadas puedan vislumbrarlas anticipadamente, tampoco analizarlas y
menos impedirlas; solo les queda afrontarlas como hechos consumados.
En el mundo de la comunicación social la inmoralidad tiene un nombre propio a la
vez que muy común: «manipulación»
El uso de la palabra manipulación aplicada al campo crítico-social se ha convertido
frecuentemente en un abuso. Se ha transformado en un arma fantasmal para
descubrir dialécticamente al adversario, apoyándose en la fuerza social de una
palabra tabú. Este término tiene que ver no tanto con el conocimiento objetivo
cuanto con el interés, y nos referimos al interés del hombre cuando se trata de
defender sin grandes esfuerzos una postura preferida o de inmunizarla contra todo
argumento crítico por medio de la utilización de fórmulas vacías; o bien al interés del
político cuando trata igualmente de descalificar a la oposición con la ayuda de tópicos
de gran efecto popular, imposibilitando así el diálogo serio sobre un problema. Nos
hallamos aquí ante uno de los muchos ejemplos en los que el uso repetido e
irreflexivo de una palabra la ha vaciado plenamente de su contenido, convirtiendo la
discusión en un combate fantasmal, en vez de discusión argumentada. En pocas
palabras: nos hallamos ante un capítulo serio de patología social.
Todo esto, claro está, no significa que la denuncia de manipulación en el ámbito
crítico-social esté vacía de contenido o se reduzca a un mero fantasma social a la
moda. Significa, sencillamente, que hay que ser cautos y críticos a la hora de hablar
de la manipulación social, sin dejarse llevar de tópicos o fáciles términos comunes.
Las fronteras del concepto manipulación no están delimitadas ni definidas.
Descriptivamente, por acercarnos de alguna manera al contenido de la manipulación,
diríamos que tiene una cierta equivalencia con la retórica, el arte de persuadir,
convencer, adoctrinar, reprimir, etc., en lo que se refiere al campo de la persona
individual; y con la publicidad, la propaganda, la programación y planificación social,
el control, la «ingeniería social», la explotación o la demagogia en lo que concierne al
ámbito de la sociedad general. Como muestra esta lista, ciertamente no completa,
de conceptos estrechamente emparentados y no claramente delimitados entre sí, el
concepto de manipulación abarca prácticamente todo el conjunto de técnicas de
influencia social, excluida únicamente la utilización de la fuerza bruta.
Voy a intentar relatar brevemente la lista de las 10 estrategias de manipulación
mediática (psicológica, social y política) elaboradas por el eminente lingüista Noam
Chomsky. Con estas estrategias, el autor nos abre la mente para que comprendamos
gran cantidad de situaciones que provocan en el ser humano ciertos resultados,
ciertas elaboraciones o conclusiones mentales, previamente manipuladas para
conseguir su objetivo.
1.- La distracción. Consiste en desviar la atención del público de los problemas
importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas,
mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones, o bien de
informaciones insignificantes. Sirve también para impedir al público interesarse por
los conocimientos esenciales, en la economía, la política, etc. De esta forma, a base
de mantener a la población ocupada, distraída, lejos de los verdaderos problemas
sociales, cautivada por temas sin importancia real, sin tiempo para pensar en ellos,
conseguiremos nuestros objetivos. La telebasura ofrecida por algunos canales de
televisión son buenos ejemplos de esta estrategia.
2.- Crear problemas para ofrecer soluciones. Esta estrategia es conocida
también por "problema-reacción-solución". Consiste en crear un problema, una
situación prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea en
última instancia el validador de las medidas que se pretenden implementar. Por
ejemplo, dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, incluso
organizar altercados, a fin de que el público sea el demandante de mayores leyes de
seguridad, o de políticas que endurezcan el Código Penal. O un ejemplo que nos
viene al pelo: crear una crisis económica, para hacer aceptar como un mal necesario
el retroceso de los derechos sociales, y el desmantelamiento de los servicios
3.- La gradualidad. Para conseguir que se acepten decisiones o medidas
inaceptables, esta estrategia apuesta por aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por
años consecutivos, sin prisa pero sin pausa. De esta forma, por ejemplo, condiciones
socio-económicas radicalmente nuevas como son; privatizaciones, precariedad
laboral, desempleo en masa, salarios indecentes, etc., son aceptados hoy en día
globalmente, pero hubiesen provocado una gran revolución si se hubiesen
implantado de un día para otro, o todos a la vez.
4.- Estrategia del diferido. Representa otra forma alternativa y a veces
complementaria de hacer aceptar decisiones impopulares, consistente en
presentarlas como "dolorosas y necesarias", obteniendo la aceptación pública, en el
momento, para una aplicación futura. Está comprobado que es más fácil aceptar un
sacrificio futuro que un sacrificio inmediato, no sólo porque sólo es un anuncio (el
esfuerzo no es empleado inmediatamente), sino también porque el público tiene
siempre la tendencia a esperar ingenuamente que "todo irá mejor mañana", y que a
lo mejor el sacrificio anunciado podrá ser evitado. También se consigue con esta
estrategia dar más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio, así
como de aceptarla con resignación cuando llegue el momento. Por ejemplo, cuando
se tomaron las decisiones de la rebaja del sueldo a los funcionarios, se nos dijo que
cuando cambiaran las condiciones se podría recuperar el poder adquisitivo perdido, y
también que no descartaban tomar otras medidas. Otro ejemplo que podemos poner
del uso de estas estrategias en el ámbito político, es la presencia de las facturas
informativas en los hospitales, como paso previo a la instalación del co-pago.
5.- Tratar al público en tono infantil. La mayoría de la publicidad dirigida al
gran público utiliza discurso, argumento, personajes y entonación particularmente
infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una
criatura de poca edad, o incluso un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar
engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantil con los
interlocutores o los destinatarios de los mensajes, pues en base al principio de la
sugestionabilidad, los interlocutores tenderán a abandonar el espíritu crítico ¿por
qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la 10 o 12 años o menos,
entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a
una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una
persona infantil”
6.- Estrategia emocional. Esta estrategia consiste en utilizar (e incluso abusar)
del aspecto emocional más que la reflexión. Esto es una técnica clásica para causar
un cortocircuito en el análisis racional de las personas, y finalmente atacar el sentido
crítico de los ciudadanos. Por otra parte, la utilización desmesurada del registro
emocional permite abrir la puerta de acceso al subconsciente, con objeto de
implantar o injertar ideas, deseos, miedos, temores, compulsiones, inducir
comportamientos, etc. (cuántas veces hemos oído hablar del "chantaje emocional").
7.- La ignorancia y la mediocridad. Quizá sea la estrategia más antigua y
universal empleada para conseguir el control (e incluso la esclavitud) de unos seres
humanos con respecto a otros. Simplemente consiste en conseguir
permanentemente que el público sea incapaz de comprender los métodos utilizados
y la tecnología en tal o cual disciplina, para continuar con un estado de ignorancia
generalizado. Como nos dice Noam Chomsky, "la calidad de la educación impartida a
las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible según esta
estrategia, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases
inferiores y las superiores sea y permanezca imposible de alcanzar". (ver el libro
‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8.- Complacencia con la mediocridad. Estrategia continuista con la anterior,
que se basa en estimular al público a ser complaciente, cómplice con este estado de
ignorancia y de mediocridad generalizado, de tal manera que estaremos
promoviendo indirectamente al público a creer que es moda el hecho de ser
estúpido, vulgar o inculto, o como efecto secundario, conseguir la apatía o la
desafección popular sobre un tema concreto. Hace pocos días, una encuesta de
opinión para valorar las medidas de recorte sanitarias tomadas, producía resultados
del tipo "...pues no sé...está la cosa tan liada que ya no sé qué pensar...". Es decir,
producimos confusión, luego ignorancia, que nos lleva a la apatía y por fin a la
resignación.
9.- Reforzar la autoculpabilidad. Estrategia que consiste en hacer creer al
individuo que solamente él es el culpable de su propia desgracia, a causa de sus
capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema político
y económico establecido y dominante, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo
que le genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su
acción, y lógicamente, sin acción no hay cambio. Como ejemplo de estas tres
últimas estrategias, podemos poner frases tan famosas como las que hemos venido
escuchando machaconamente desde algunos estamentos sociales y políticos al
referirse a la ciudadanía, y afirmar que "hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades", o bien que "tenemos que hacer los deberes", cuando ambas son
completamente falsas.
10.- Estrategia de la repetición, que consiste simplemente en conseguir que
ciertas afirmaciones "parezcan" ciertas con sólo repetirlas constantemente. Cuántas
veces escuchamos por algunos agentes sociales y políticos la tan manida frase de
que "no hay otra alternativa", "no hay un plan B", y lo repiten hasta la saciedad,
desde diferentes ámbitos y para diferentes aspectos. A fuerza de repetirlo, parece
ser más verdad que si se dijera sólo una vez, pero es igual de falso.
A todas estas estrategias podríamos nosotros sumarle la estrategia del Mejor
conocimiento ajeno. Estrategia que consiste en conocer a los individuos mejor que
lo que ellos se conocen a sí mismos. Es un poco continuación de las estrategias 7 y
8, que fomentan un sistema de manipulación de masas. Efectivamente, en el
transcurso de los últimos 50 años, los avances científicos en todas las vertientes han
generado una creciente brecha entre el nivel de conocimientos del público en
general, y aquéllos poseídos o utilizados por las élites dominantes. Gracias a la
biología, la bioinformática, la neurobiología y la psicología aplicada a un montón de
especialidades, el sistema ha conseguido un conocimiento muy avanzado del ser
humano, tanto de su estructura física, arquitectura y funcionamiento, como de sus
esquemas y procesos mentales, sus estímulos y reacciones. Como resultado, el
sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él mismo se
conoce, y esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control
mayor y un gran poder sobre el comportamiento de los ciudadanos, lo que le da una
enorme ventaja.
A estas estrategias también podemos agregar: “la estrategia de división
constante del pueblo” y algunas carencias menores. Ya en la antigua Roma lo
sabían y le dieron forma verbal con el famoso divide et impera. (Divide y vencerás).
Sin embargo, en manipulación mediática el gran formador de formadores y gran
maestro de fue Goebbels, el ministro de propaganda de la Alemania nazi, figura
clave en el régimen y amigo íntimo de Hitler, él aplicaba estos principios:
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea,
un único símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola
categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma
individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores
o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las
malas noticias, inventa otras que las distraigan”, es decir él (“y tú más”)
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota,
por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular,
adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida.
Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el
esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y
su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número
pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez
desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo
concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si
una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”. (Son
los argumentarios que los partidos reparten entre sus miembros para que
todos digan lo mismo cuando hacen declaraciones a los medios de
comunicación).
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y
argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el
público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca
han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes
diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones
fragmentadas.
9. Principio de la silenciación. Callar sobre las cuestiones sobre las que no se
tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario,
también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre
a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un
complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos
que puedan arraigar en actitudes primitivas. (España va bien), (o nosotros o
nadie puede sacar a España de la crisis), sobre la memoria Histórica (no
queremos remover el pasado).
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se
piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
Manipulación y medios de comunicación social
La comunicación es una de las realidades y categorías fundamentales de la
sociedad avanzada moderna. La comunicación se inserta en el primer puesto de los
valores de la dinámica social. Hoy día ha adquirido unas proporciones hasta ahora
desconocidas. Los recursos técnicos puestos a su alcance han llegado a convertirla
sociedad moderna en «una conversación continua», una comunicación incesante.
Los medios de comunicación social actuales han invadido la vida social y personal.
En esta situación, todos los pensadores están cada vez más de acuerdo en que el
punto neurálgico de influencia y control de nuestra sociedad y de la sociedad del
futuro radicará, durante mucho tiempo, en los centros de producción y control de la
información. Y con la influencia y el control viene, aparejada inevitablemente, la
manipulación social.
La irrupción de la televisión en el campo de las luchas políticas y electorales, ha
traído un cambio cualitativo en las relaciones de poder en las democracias.
Principalmente porque ha puesto al descubierto el enorme potencial manipulador de
este medio, con el cual se logra mejor que en otros el predominio de la imagen sobre
el contenido de los mensajes que se lanzan al público. De allí la tentación de los
comunicadores televisivos, y en particular de los propagandistas políticos, de recurrir
al uso de la manipulación simbólica y subliminal en la televisión, en vez de agudizar
la persuasión con base en argumentos y análisis sopesados de los hechos.
El nuevo vídeopoder lleva la manipulación a escalas masivas, haciéndola más y
más sugestiva, sutil y efectiva que en el pasado, cuando la prensa y la radio
dominaban el escenario. Esto lo vemos continuamente en las cadenas públicas que
son utilizadas por los gobernantes con fines de propaganda partidista.
La gente es manipulable, y el peligro de que esa gente sea manipulable, es que
puede ser manejada masivamente a través de la información, para lograr intereses
creados o deliberados de un gobierno, o incluso de la misma sociedad civil o de la
iniciativa privada.
Los medios de comunicación social son hoy día la fuente principal de creación de
la opinión pública. Y la opinión pública y su creación dinámica son como la conciencia
colectiva de la sociedad. El influjo de la opinión pública sobre los particulares es,
evidentemente, decisivo, máxime en una sociedad masificada como la nuestra. Por
ello, una de las mayores potencialidades de manipulación social actual radica en los
centros de producción y control de la información y de la comunicación.
El resultado de la manipulación social a través de los medios de comunicación
social es sabido: la participación en la sociedad y en la marcha de la historia se
reparte tan desigualmente que mientras unos se reservan las decisiones y el control,
otros quedan reducidos a la única posibilidad de someterse masiva, pasiva e
inconscientemente a las consignas dadas desde el poder de la comunicación social.
La influencia que ejercen los medios de comunicación sobre la sociedad actual es
innegable, en unos casos esta capacidad de intervención sobre el individuo, y por
ende, sobre la colectividad social, puede resultar beneficiosa, sin embargo en otras
ocasiones, puede tener un efecto realmente perjudicial. Estos medios tienen una
utilidad indiscutible, pero no deben engañarnos ni adueñarse de nuestra vida.
Así, las sociedades modernas disponen de unos sistemas políticos principalmente
basados en los principios democráticos, de este modo, para estos entes el manejo, o
gestión de la información tiene un carácter fundamental para sus objetivos, es la
llamada teledemocracia, de aquí se desprende que realicemos nuestra primera
diferenciación importante entre información, desinformación y manipulación.
El primer concepto obedece a la comunicación de un hecho que por sus
características propias tiene interés para la opinión pública, la desinformación es la
información errónea trasmitida por parte del emisor, ya sea por falta de celo
profesional del informador u otras causas imputables al emisor, al canal, etc, pero a
diferencia de la manipulación nunca existe intencionalidad de faltar al principio ético
por antonomasia de la comunicación: la veracidad.
La opinión pública en ocasiones recibe tal cantidad de informaciones que es
incapaz de reconocer cuales son erróneas y cuáles no, cuales están manipuladas y
cuáles no, precisamente esta hiperinformación sitúa al individuo en el punto inverso
al que creía estar ubicado, es decir, el receptor de ese enorme flujo informativo no
tiene capacidad suficiente como para asimilar y procesar esa cantidad de
información.
La desinformación
Se pueden leer diariamente los periódicos, escuchar los informativos y en cambio
estar desinformado. ¿En qué consiste esta desinformación? ¿Qué mecanismos
Los métodos son numerosos y complejos, no se trata sólo de que existan la
mentira, que también, sino que son más sutiles. Es importante aclarar que se trata
de dos tipos de desinformaciones: la estructural, resultado de un formato
informativo que simplifica, se entrega a la espectacularidad y la trivialidad y omite
elementos de antecedentes y contexto; y la ideológica, que se produce cuando existe
una clara intención de deformar una realidad concreta.
El ciudadano también se está deformando porque se está acostumbrando a
noticias breves y superficiales en prensa escrita, y espectaculares y vacías en los
medios audiovisuales. Tenemos que saber que seguir siendo consumidor de esos
formatos no sirve para estar informado porque no nos aportan el conocimiento ni
comprende los acontecimientos reales, y que ante modelos así, es preferible apagar
la televisión y cerrar el periódico para sustituirlos por un libro.
¿Qué es hoy la censura y qué elementos novedosos se han introducido?
Principalmente es lo que se denomina como ruido mediático. Es decir, paja
informativa que impide diferenciar la información valiosa de la superficial, incluso
falsa. El resultado acaba siendo tan efectivo para la desinformación como la censura.
Si al ciudadano le mezclan la información verdadera con la falsa y no puede
diferenciarla, es como censurar la primera.
¿Qué papel debería de jugar en todo ello el Estado?
Su papel es fundamental. Por un lado, mediante el desarrollo de medios de
propiedad pública, eso sí, con mecanismos de control y participación democrática
que garanticen que no son meros portavoces de gobiernos o partidos. Por otro,
apostando desde los poderes públicos al desarrollo de medios alternativos y
comunitarios. La ley audiovisual recién aprobada en España que limita el
presupuesto de una radio sin ánimo de lucro a 50.000 euros anuales y el de una
televisión a 100.000 es un ejemplo de la política contraria.
Y PARA TERMINAR, VEAMOS:
La manipulación del lenguaje.
Uno de los mayores logros del neoliberalismo, (como todos saben, El
neoliberalismo es un modelo económico que nació a mediados del siglo pasado y que
se enmarca dentro de las doctrinas del liberalismo económico, a su vez dentro del
sistema capitalista y su característica fundamental es la privatización) y que ha
cimentado en gran medida su hegemonía ideológica, con la manipulación del
lenguaje. Entre las principales tareas a las que dedican sus esfuerzos los que
trabajan al servicio del nuevo capitalismo se encuentra la de generar la mixtificación
de sus mensajes ideológicos mediante una utilización fraudulenta del lenguaje. Los
partidos de gobierno usan la misma técnica que tales centros de alimentación
ideológica neoliberal: es más, no pocos de los responsables de las áreas económicas
de los gobiernos proceden de tales núcleos de pensamiento.
Por ejemplo, la palabra “reforma” ya no quiere decir mejora, sino retroceso, antes
si se reformaba algo era para mejorarlo. “La solidaridad” no consiste en redistribuir
desde los ricos hacia los pobres, sino en favorecer a los ricos a costa de los pobres o,
en todo caso, en una solidaridad entre pobres. ”La igualdad” es cada vez menos una
igualdad entre clases para devenir casi en exclusiva en una igualdad entre sexos. “La
empleabilidad” no quiere decir que el Estado y la sociedad vayan a favorecer con
políticas estructurales, más allá de las subvenciones. “Garantizar las pensiones” no
quiere decir que en el futuro los pensionistas tengan una tasa de sustitución,
respecto al último salario, igual o mejor que la actual, sino que las pensiones
públicas no hayan desaparecido, aunque el porcentaje de las mismas que se sitúen
por debajo del umbral de pobreza supere, dentro de 40 años, el 50 o el 60% de los
pensionistas.; algunas previsiones ya calculan que en 2030 el porcentaje de
pensionistas pobres en la UE será del 40%. Hace un par de años era del 20% y, en
España, del 28%. También significa que crezcan, al mismo tiempo, las pensiones
privadas subvencionadas con fiscalidad pública
Tampoco una "salida social de la crisis” consiste en que quienes salgan mejor
parados de la misma sean los trabajadores y las clases medias, sino los grandes
patrimonios. "Privilegio" se considera ahora un derecho laboral de los trabajadores
"normales" pero no la utilización que los grandes directivos realizan del derecho
laboral o mercantil para gozar de bonos, jubilaciones o contratos blindados de
escándalo, lo que se entiende como una "justa remuneración". Así mismo, se admite
como “lógico”, en lugar de sarcástico o ignominioso, proponer a los parados, a los
precarios, a los que tienen un contrato a tiempo parcial porque no pueden tener uno
a tiempo completo, a los jóvenes que siguen siendo becarios a los treinta y tantos
años, "trabajar más para ganar más".
En resumidas cuentas, valga este modesto resumen para llamar la atención sobre
dichas estrategias de manipulación de la colectividad por los poderes públicos, a fin
de conseguir una mayor concienciación sobre los mismos, una mayor capacidad de
análisis, así como un mayor espíritu crítico.
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